por Ricard Ibáñez
La llamada “Mano de Gloria” fue muy popular entre brujas, nigromantes y ¡ladrones! sobre todo a partir del siglo XVI, aunque su origen es mucho más antiguo. Las primeras referencias son vagas: algo acerca de una hechicera que “en tiempos de las Cruzadas” (lo que nos da un bonito lapso de casi 200 años, desde 1095 hasta 1291) ejercía tanto la curación como la magia negra con ayuda de un poderoso fetiche que no era otra cosa que la mano de un muerto momificada.
Sea como fuere, la primera fecha en la que encontramos un registro más o menos fiable es en 1588, en Alemania, cuando dos mujeres acusadas de ser brujas admitieron que exhumaban cadáveres para cortarles la mano y así fabricar la Mano de la Gloria. Pero ya se sabe que bajo tortura uno admite lo que sea... Poco tiempo después, en 1590, un escocés acusado de brujería admitió haber fabricado y usado tan poderoso talismán.
El señor (y demonólogo) Collin de Plancy, en la edición de 1826 de su Diccionario Infernal (la que tengo a mano ahora mismo) hace una detallada explicación de cómo confeccionar la Mano de Gloria. Hay que llevar a cabo tres pasos, que él llama “rituales” con la mano cortada del cadáver de un ahorcado. Mejor si es la izquierda, por ser “la siniestra” y mejor aún si es de un asesino (o asesina, no hay distinción de sexos en este punto).
Primero:
Envolver la mano en un trozo de mortaja, prensándola para que salga la sangre que aún pueda contener. Luego depositarla en una olla de barro, con salmuera, sal de piedra (nitrato de potasio, para los no iniciados en la alquimia) y pimienta en grano. Todos los ingredientes bien machacados en el mortero, y mezclados con orina de hombre, mujer, perro, caballo y yegua. Se deja reposar la mano dentro de esa inmunda mezcla quince días, luego se saca la mano y se la deja secar al sol, colocando los dedos como se desee que vayan a quedar; hay cuatro formas posibles: la mano abierta y reposando sobre la palma, poniéndose la vela encima; la mano alzada abierta, con velas clavadas en las uñas; o la mano alzada cerrada, con los dedos cerrados formando un puño y la vela asomando entre el índice y el corazón; y finalmente la que recomienda de Plancy, doblando los dedos alrededor de un palo, de modo que que de hueco para que se pueda pasar una vela entre ellos, y sujetados con un alambre. A continuación se pone la mano en un hueco en el tiro de una chimenea, durante todo un mes lunar, para que termine de curarse con el humo. No hay que quemar carbón sino madera mezclada con hierbas aromáticas. Al finalizar este ritual la mano quedará dura y lisa como la madera, y de un color moreno.
Segundo:
Hay que colgar la mano disecada en el ojo de la cerradura de una iglesia y quedarse velando junto a ella toda la noche hasta que cante el gallo. Sólo así será suya y la podrá utilizar.
Tercero:
¿Se acuerdan del ahorcado del que se le cortó la mano? Pues si se puede robar el cadáver entero, ahora se usa su grasa junto con cera virgen y sésamo de Laponia para recubrir toda la mano y usarla como un candelabro. En los dedos se colocan mechas hechas con hebras de la misma soga en la que fue ahorcado. Si hay que coger la mano con prisas, vale cualquier grasa humana de un asesino, o en el peor de los casos de un caballo, aunque su efectividad no será la misma. También las mechas se pueden hacer con cuerda de otro ahorcado. Las velas también se pueden fabricar con dedos de niño nacido muerto (es decir, sin bautizar)
¿Y para qué sirve la Mano de Gloria? Los demonólogos más “serios” decían que aceleraba el aprendizaje de las artes oscuras si se leían los grimorios bajo su luz (y es la opción que puse en el hechizo incluido en el manual, creo que desde su primera edición de 1990). Pero hay quien dice que, si se conocen los hechizos y exhortaciones adecuadas tiene otros usos, que los hacen muy interesantes para los malhechores: si se enciende dentro de una casa todos los que están en ella, menos el portador de la mano y aquellos que tengan una voluntad muy fuerte (vamos, que pasen una tirada de IRR) quedan dormidos. El portador de la Mano de Gloria se vuelve invisible (aunque la mano en sí misma no, con lo que puede ser un espectáculo bastante espeluznante, plantéense tirar por Templanza al ver una mano momificada encendida flotando en el aire). Además, el portador de la mano descubre en el acto los objetos valiosos, por muy escondidos que estén. Para “cortar” el hechizo de la mano de gloria y que los de la casa que está siendo saqueada despierten de su sueño hay que apagarla con leche o con sangre: con agua normal y corriente no se apaga.
Se conserva por lo menos una Mano de Gloria en el mundo, en el Museo Whitby, de Yorkshire, Inglaterra (ver foto más abajo). Fue descubierta en 1935 por el albañil Joseph Ford, escondida entre los muros de una casa que estaban demoliendo. Si no quieren ir a Reino Unido, en el Museo de la brujería, ocultismo y tortura medieval, en el barrio del Sol de Potes (Cantabria) dicen que tienen otra, pero muchos dicen que es una imitación...
Mano de Gloria
Talismán, magia negra de origen popular.
Caducidad: Los efectos de este talismán no se pierden con el paso del tiempo.
Duración: Permanente, mientras esté encendida la vela.
Componentes: Mano cortada de un ahorcado, vaso de cobre, cinc, salitre, médula espinal de un gato negro, verbena, grasa humana y sésamo.
Preparación: Se toma la mano del ahorcado y se sumerge en un vaso de cobre que contenga el cinc, el salitre y la médula de gato. A continuación se enciende un fuego bajo el vaso perfumándolo con verbena. De esta forma, la mano cortada se desecará. Luego se fabrica una vela con la grasa humana y el sésamo y se coloca sobre la palmo de la mano cortada. Lo único que faltará entonces será llevar a cabo ciertos ritos sobre el talismán y pintar determinados símbolos cabalísticos en la mano.
Descripción: Si se activa con éxito al tiempo que se enciende la vela, ésta permitirá al mago obtener una concentración óptima para el estudio de la magia. Por tanto, si se lee un grimorio a la luz de la vela no tendrá que hacer ninguna tirada de IRR ni la de Enseñar del grimorio ya que aprenderá el hechizo de forma inmediata, aunque estará sujeto todavía a la tirada de Leer y Escribir para entender el texto y al tiempo normal de aprendizaje de hechizos (pág. 153).