Pues como quien no quiere la cosa, todo me lleva a continuar entre roperas y vizcaínas, y bien a gusto que lo hago. Esto que ahora lees, es una “continuación” de la comedia de “El demonio de Lavapiés” en la que el alguacil Fáñez y el fraile Laguardia desentrañaban un misterio en el Madrid del rey Felipe el Cuarto, y ahora la trama continúa con unos misteriosos “asesinatos” que corren de boca en boca por los mentideros de Madrid.
Como ya conté en la anterior comedia, cuando maese Antonio Polo nos ofreció a unos afortunados leer y disfrutar la versión “beta” del nuevo “Villa y Corte”, nos envió dos comedias para dirigir y probar lo allí dispuesto: el primer módulo era de Ricard Ibáñez y el segundo era uno que escribí junto a Tarrés para la ayuda no oficial “Batallas Navales en el Siglo XVII” para “Villa y Corte”, adaptado a la tercera edición de “Aquelarre”. Este módulo era “Por deseo del Rey”, con una “historia de fondo” que ahora se ha desarrollado... muy cambiada, pero sigue siendo “la misma”.
Como siempre, he procurado ser lo más fiel a la historia y la realidad de la época, aun así, esto es un juego de rol y no soy historiador, aunque me he dejado instruir por aquellos que más saben, y aquí tiene mucho que ver la buena gente del grupo de este blog Rerum Demoni.
Y llegados a este punto... como de habitual... ¡No queda sino batirnos!
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