27 de septiembre de 2017

Dramatis personae: Antón de Martínez.


Por Joaquín Torrecilla
 
Trasfondo de Antón de Martínez
 
Antón de Martínez es un burgués aragonés con tierras y casas, nacido en Valencia en un frío y húmedo otoño del año de nuestro Señor de 1.341, donde la peste negra de años anteriores aún mermaba a grandes estragos la población del condado. En el seno de su familia, Antón se crió entre números y un complejo pero detallado registros de operaciones mercantiles mostrando el origen y la aplicación de los recursos que su padre generaba en Cerdeña, Sicilia y Nápoles, demostrando una habilidad inusitada para un niño de su pronta edad.
 
En los últimos años sus negocios de comercio de azufre, incienso o aceite de oliva y vino en el Mediterráneo se han visto mermados por culpa de su mayor enemigo, el judío Needar ben Eleazar, destapando ciertos envíos fraudulentos, que pudo solventar el comerciante con ciertos favores y sobornos internos, no sin causar daños casi irreparables a su economía.
 
Envidioso y receloso, Antón es hostil a todas aquellas personas que poseen mayor ingenio y hermosura que él, cosa fácil ya que el pobre desgraciado siendo niño había tenido la enfermedad de escrófula, dolencia que le había dejado el cuello cubiertos de colgantes verdugones de color amoratado, los cuales tapa siempre con un pañuelo de hermosas costuras.
 
Su arte en la poesía, sus conocimientos en comerciar, y su gran elocuencia le convirtieron en el protegido de Juan de Aragón y de Tarento, conde de Ampurias. Habiéndose enamorado de la única hija del conde, la Infanta Leonor de tan solo 14 años y de nefasto final (esto es otro cantar que tan solo el Diablo conoce) Antón no pierde oportunidad de agasajar a la joven con regalos exóticos venidos de más allá del antiguo reino de Ghana (Imperio de Malí) o del reino Nazarí de Granada, y norte de África.
 
En uno de sus viajes, cuando consiguen zafarse de sus perseguidores, las rápidas galeras de los piratas mamelucos que, atacan los buques mercantes para vender sus tripulaciones como esclavos y obligarlas a convertirse al Islam si no quieren morir, conoce al africano Banu el Nabí (el profeta) un Magus de edad venerable, cuya leyenda dice que posee cierto grimorio con capacidades mágicas, capaz, entre otras cosas maravillosas, de encantar a la más bella dama (la composición de la poción de filtro amoroso).
 
La joven Leonor ha rechazado en cuantiosas ocasiones los regalos, halagos y poemas de Antón, ya que la joven está enamorada de un hidalgo gentilhombre de nombre Jaume de Altamira, cuyas posibilidades de cotejar a la infanta son inexistentes, ya que no posee tierras, ni posesiones, ni mucho menos maravedis. El conde ve con buenos ojos casar a su única hija con el comerciante, y así poder dar un golpe económico a la familia mermadas tras las guerras con Castilla, para ello deben de esperar tres meses para que su hija cumpla la mayoría de edad.
 
A finales de Marzo mientras debatía con el conde el porvenir de su negocio escucharon una gran algarabía que provenía del jardín, presto bajaron encontrándose a varios criados que sostenían de los brazos el cuerpo magullado y aturdido de un hombre cuyo rostro reconoció en el pretendiente de la infanta Leonor. El pobre infeliz pretendía fugarse con su amada para así poder consumar el deseo de ambos enamorados. Sin tiempo que perder Antón, esa misma noche se dispuso a pedirle la mano de Leonor al conde para acabar de una vez por todas con el asunto, contestándole el conde que su hija se casaría con él al cumplir la mayoría de edad o acabaría recluida en el convento clarisa de Santa Inés para el resto de sus días, hecho nada bueno para los intereses de ambos.
 
Deseoso de ser correspondido e impaciente por consumar su matrimonio, Antón visita al viejo Banu el Nabí, con la miserable idea de adquirir uno de sus hechizos de pasión y cobrar la deuda que tiene el africano para con él. De regreso a la Península un mes después, la infanta se ha escapado supuestamente con su pretendiente, desobedeciendo al conde y provocando una importante crisis familiar Ardiendo en deseos de pasión, odio y venganza por el rechazo y la huida de Leonor, Antón contrata de nuevo los servicios de la única persona a la cual daría su espalda, el viejo almogávar Bernardo, para así encontrar a la infanta y encargarse de una vez por todas de Jaume.
 
Antón de Martínez
Un burgués comerciante, envidioso y receloso.
 
FUE: 10           Altura: 1,62 varas
AGI: 16            Peso: 131 libras.
HAB: 13           RR: 42%
RES: 11           IRR: 58%
PER: 14           Templanza: 62%
COM: 20          Aspecto: 9 (Feo)
CUL: 16           Suerte: 50%
Rasgos de Carácter:
- 04 Sufrió una enfermedad de niño “escrófula”
- 07 Reliquia familiar “la herencia de su padre”
- 57 Criado en la costa
- 81 Le gusta la literatura y la poesía
Protección: Ropa gruesa (1 puntos de protección)
Armas: Daga 26% Daño: 2D3
Competencias: Comerciar 72%, Con. de área 28%, Descubrir 25%, Elocuencia 60%, Empatía 52%, Escuchar 38%, Idioma Catalán 100%, Castellano 75%, Arabe 55%, Leer y escribir 65%, Nadar 45%, Navegar 75%, Rastrear 36%
Hechizos: Carece
 
 
Ideas de Aventuras
 
  • Los personajes de camino a sus hogares después de sus quehaceres cotidianos, o de un viaje por los motivos que solo el Diablo les tuviese preparado, se topan con una cansada y magullada joven Leonor (vestida de campesina eso sí) en una choza a los pies de un afluente. Ha escapado con su amado Jaume, el cual está desaparecido por extrañas circunstancias (a discreción del máster). Tal vez por su belleza, sus encantos o el recuerdo de una hija o hermana perdida, los personajes acceden a ayudar a Leonor. Lo que no saben los pobres miserables es que no es una simple campesina, si no la hija del conde de estas tierras.
  • El judío Needar ben Eleazar quiere dar un golpe definitivo a su mayor enemigo comercial, para ello contrata (una buena suma de maravedíes) a los personajes para que boicoteen la mercancía del comerciante Antón situada en el puerto de Valencia, para así retrasar la salida de la galera, típica embarcación delgada del Mediterráneo (ya saben vos a quien va a ir a visitar Antón). Lo que no se pueden imaginar los jugadores es que serán traicionados, y van directos a una trampa que puede ser mortal.
  • Se rumorea entre los criados del conde de Ampurias que existe un grimorio en poder de ese viejo loco africano de lengua extranjera al que pronto conocerán, ya que los personajes son miembros de la embarcación que transporta a Antón al antiguo reino de Ghana (Imperio de Malí) y a ese viejo y peligroso mercenario almogávar, para unos asuntos personales de suma urgencia. Los personajes cansados de una vida en la mar y a las órdenes de un patrón portugués egoísta, ven con buenos ojos hacerse con el grimorio para venderlo al mejor postor.

2 comentarios:

  1. Gracias, estas cosas son muy útiles para montar y/o recrear pueblos con sus gentes, con vida propia y todo

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  2. Gracias a ti, Éowyn. Disfruta mucho y pronto tendremos otro villano para martirizar a nuestros insensatos personajes.

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